Fuera de Juego

Guillermo Conte / Argentina. Pinturas
Curaduría: Tahituey Ribot
Del 29 de mayo al 14 de junio del 2001.
Sala 1
Museo de Arte y Diseño Contemporáneo

" Tamara Díaz Bringas

Fuera de juego. Exposición de Guillermo Conte. Sala I, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo.

Ubicado en el Centro Nacional de Cultura (CENAC), antigua Fábrica Nacional de Licores.

Ignoro casi todo sobre futbol, pero me atrevo a sugerir que más de una razón lo acerca al arte. Puestos a comparar, suponemos que ambos se relacionan al juego, el cual funciona según ciertas reglas compartidas, entre las que se cuenta la aceptación por parte del espectador de que nos encontramos ante una representación, que tiene lugar dentro de precisos límites. Así, tanto el arte como el deporte se realizan desde variables dosis de reglamentación y libertad; entre el uso ciertos códigos y una imprescindible creatividad.

Por otra parte, en ambos casos se trata de una actividad desvinculada de casi todo fin práctico o utilitario en las que, sin embargo, a veces están en juego algunas de nuestras más caras pasiones y lealtades. Más allá, diría que tanto la riqueza visual, las significaciones culturales, como la complejidad de relaciones que tienen lugar en un campo de juego, podrían competir con el arte más exigente.

Probablemente por ello, Guillermo Conte elige el fútbol como escenario –o excusa– de su pintura. En este caso, la referencia a un motivo de amplio apego popular parece un intento por expandir los límites de lo artístico; pero, si la vinculación al deporte masivo –su carácter devocional, el reemplazo de otras utopías, la ausencia de orientación precisa, etc.– agrega numerosos contenidos a la propuesta, todo ello está en función del proceso pictórico mismo.

Esa autorreferencialidad de la pintura se enfatiza en los títulos de la mayoría de laspiezas: Jugada No... sería un equivalente de Composición No..., mediante las cuales las obras afirman su referencia a sí mismas, a su propia capacidad significativa. De igual modo, aunque las líneas dominantes en la composición pueden sugerir las porterías de un campo de futbol, ellas se inscriben también en la historia del arte: Joaquín Torres García o Xul Solar, por sólo citar algunos ejemplos sudamericanos.

En estas obras de Conte, la pintura habla a través del espacio, y desde él setejen el resto de las significaciones: orden caótico y sin direccionalidad precisa, aunque limitado en un marco de "juego". Así, interesan sobre todo las relaciones entre las unidades del cuadro, donde el virtuoso trabajo de los fondos concede la variación y la potencia imprescindibles a la repetición de las composiciones.

En ese sentido, es interesante una cierta inversión de la escena, a través de la cual las líneas del primer plano resultan menos estructurales que añadidos a un escenario caótico, como intento acaso de establecer un orden. De ese modo, Conte maneja las contradicciones de una pintura que es a la vez indeterminada y gestual, pero que, no obstante, busca cierta regularidad y equilibrio. Vale la pena, entonces, presenciar esos sitios de tensión, donde lo que se juega es la posibilidad de significar que tendría la pintura.

." Tamara Díaz Bringas, Crítica de arte, La pintura en Juego, Viva, La Nación, junio del 2001.