Mirando al Sur

Rolando Faba
Curaduría: Ernesto Calvo
Del 10 de julio al 16 de agosto del 2008.
Sala 4
Museo de Arte y Diseño Contemporáneo

Mirando al Sur. Rolando Faba

Pinturas 2007-2008

Mi pintura es una escritura.
Una escritura fluida, temporal.
Una acción, un proceso que deja huellas. Busco patrones, pautas, ritmos; ejercitando una percepción holistica de la realidad.

Actualmente trato de integrar procesos orgánicos en mi obra, un metabolismo de la forma. Una aproximación a la naturaleza desde una posición no antropocéntrica, entendiéndola como una concreción del caos a escala cósmica.

La naturaleza como referencia de modelo funcional, no como categoría de representación. Ir más allá de esta para encontrar los principios subyacentes de aquella.

Escenificar un discurso cuyas palabras clave son: movimiento, tránsito, expansión, mezcla, invasión, mimesis, continuidad, deriva, ubicuidad, profusión, repetición, desbordamiento, serialidad, ritmo, multiplicidad, mutación, nomadismo, propagación, huella…

Pura pulsión vital, subterránea, oportunista, invasora.
Siempre fluyendo, siempre cambiando.
Vértigo coagulado.
Un agujero negro tragándose una galaxia.

Rolando Faba. Barcelona, invierno de 2008.

Analogías: repetición y diferencia (après Deleuze)

El abismo invoca la analogía, pero la analogía se abisma sin fin desde el momento en que hace falta cierto arte para describir analógicamente el juego de la analogía”. Jacques Derrida

Cuando invocamos el término “repetición”, inevitablemente acude el de “diferencia”; por eso, aunque en apariencia antitéticos, resultan complementarios: “análogos”.

Podría decirse que la obra de Rolando Faba, casi invariablemente, apela a estas dos categorías de “repetición” y “diferencia”, estableciendo entre ellas difusos aunque perceptibles vínculos de “analogía”. Desde una investigación pictórica que ha recurrido –paralelamente- a la naturaleza y la tecnología, que se desplaza de formatos bidimensionales a instalativos, de la materialidad y la gestualidad a lo linguístico; las obras de Faba se inscriben dentro de una reflexión que incorpora -como él mismo expresa- dimensiones de acción, de proceso, de huella; pero que además apela a lo inacabado, a lo infinito, a lo fluido y lo temporal; es decir, a esos “rizomas”, a ese “intermezzo” que da nombre dual a una serie de trabajos que ha venido madurando, con distintos énfasis y variantes, en los últimos años.

Para referir estos conceptos, este artista apela al breve aunque ya clásico ensayo de Gilles Deleuze y Felix Guattari -Rizoma- donde estos filósofos exponen uno de los términos más potentes y sugestivos del pensamiento actual, para reconocer la condición justamente sinuosa, impredecible, infinita del conocimiento, la estética y el arte contemporáneos.

Por otro lado, teniendo en cuenta no solo este proteico ensayo de Deleuze-Guattari, sino además recurriendo a algunas reflexiones del propio Faba, donde define su pintura como “un agujero negro tragándose una galaxia”, considero que sus propuestas se pueden afiliar también a otro término de Felix Guattari: “caosmosis”, donde este ensayista entrelaza orden y caos, lo utópico y lo entrópico, lo que se une y dinamita a la vez.

Quizás por eso, las propuestas de Faba se trasladan de una investigación propiamente pictórica, que recurre constantemente a la materialidad y la gestualidad (“siempre fluyendo, siempre cambiando”), a elementos de naturaleza filosófica y linguística. No resulta casual, entonces, que sus pinturas se hayan desplazado de énfasis policromos, a piezas relativamente monocromáticas, haciendo evidente una búsqueda de ciertos patrones o recurrencias que -sin embargo- constituyen no el arribo a una finalidad precisa, definida, sino más bien la expansión de lo matérico, de lo representacional y lo visual mismo. “Noli me legere_2007” “Rizoma” (01) 2007. Acrílico sobre papel. 50 cm. x 70 cm.

Por ello, cuando Faba expone que en sus últimas series, “el verde es una declaración”, siento que se juntan la reflexión propiamente pictórica con, al parecer, referencias a la memoria, a lo contextual, a lo vital, a su propio lugar de origen: Costa Rica. Igualmente, creo que es significativo que está última exposición suya se nombre Mirando al Sur, y que retome ciertos patrones geométricos anteriores de su obra, lo cual -lejana e inconscientemente- me remite a un cierto Joaquín Torres García, uruguayo reivindicador de lo “latinoamericano” de aquel revolucionario “Taller del Sur”, pero que a la vez se asienta y legitima en Barcelona.

Por otro lado, resulta llamativo que la utilización obsesiva de patrones formales, contrapuntee permanentemente con imprescindibles elementos paratextuales en la obra de Faba. Así, desde series anteriores como “El jardín de Osiris” (que remitió al mito de la desmembración y la reconstitución de los fragmentos de esa divinidad egipcia antigua), o “Las armas secretas” (que se apropió de una ficción experimental de Julio Cortázar); pasando por nombres ciertamente metafísicos aunque paródicos como “La filosofía del placer” o “El futuro de las ideas”, hasta los actuales “Rizomas” e “Intermezzos”, que incorporan referencias lúdicas e irónicas como “Es imposible acabar con las hormigas”, “Amor abominable”, “La leyenda dispersa”, “La vida es corta”, entre otros; la presencia de lo escritural en la pintura de este artista resulta no solo necesaria, sino altamente significante de retroalimentaciones y vínculos estéticoslinguísticos. En ese sentido, siento que la pintura-escritura de Faba, se entronca con esa corriente literaria y filosófica, que va de Mallarmé, Nietzsche y Saussure, a Blanchot y Derrida, pasando por supuesto por Deleuze y Guattari: donde lo (in)decible es base o fundamento primero de lo (i)legible.

Finalmente, quisiera retomar la inquietante metáfora de la “mala hierba” a la que recurre Faba -apropiándose nuevamente de Deleuze- como figura simbólica y a la vez paradójica de “lo natural”: que no produce frutos ni necesita ser protegida, pero se re-produce infinitamente. Así, esta figura de la “mala hierba”, por cierta causa (o azar) no del todo descifrable para mí, me permite regresar sobre los pasos de este breve escrito –como también creo que lo hace Faba en sus propuestas- citando nuevamente a Derrida en su (casi) ilegible texto La verdad en pintura:
Y no conozco pintura apocalíptica, jeroglífica, fantasmática o patética que me produzca esa sensación de oculta extrañeza, de cadáver de un hermetismo inútil, con la cabeza abierta, y que devolvería su secreto en el tajo”.

Ernesto Calvo

Referencias de la exposición en otros medios

Logos: Intitut Ramon Llull y Florida Bebidas