Instalación

Programa Artistas Emergentes MADC.

El proyecto actual tiene como antecedente un proyecto anterior, el cual fue realizado para el taller de pintura con el objetivo de cuestionarlos roles sexuales asignados a los hombres y mujeres por la sociedad y enfrentar al público con la realidad de la comunidad gay. Profundizamos en el tema y empezamos a trabajar en conjunto, pero esta vez cuestionamos los posibles orígenes biológicos y sociológicos de las conductas sexuales tradicionales y no tradicionales. Por conductas sexuales no tradicionales entendemos comportamientos tales como la poligamia, la bisexualidad, las conductas homosexuales femeninas y masculinas, la prostitución femenina y masculina y el travestismo, entre otras.

La propuesta plástica ha ido evolucionando y resemantizándose, dando origen a nuestro proyecto de graduación.

• I. Como surge la idea

Nosotrascomo mujeres sentimos aversión a los valores del sistema patriarcal, pues este depara situaciones muy diferentes para hombres y para mujeres. Nosotras nos oponemos al machismo y al papel que como mujeres debemos encarnar: sumisión, belleza y conformismo, cuestionamos la validez de los roles sexuales, la supuesta naturalidad del patriarcado y la idea de que las conductas sexuales heterosexuales son las únicas correctas.

Esta situación, además, nos ha hecho dudar sobre las nociones tradicionales de lo que deben ser las conductas sexuales apropiadas para ambos sexos, la clasificación de las personas según sus conductas sexuales y los numerosos tabúes con los que vivimos nuestra sexualidad. Comprendemos la sexualidad como un largo proceso vital donde intervienen factores políticos, culturales, educativos, económicos, religiosos y psicológicos, en el cual se asumen diferentes conductas sexuales como las conductas heterosexuales, poligámicas, bisexuales y homosexuales, femeninas y masculinas, la prostitución femenina y masculina y el travestismo, entre otras.

Dichas conductas, por diversas y complejas que sean, no definen al individuo, porque las personas se desarrollan a través de su vida en múltiples dimensiones: socio-cultural, psicológica, religiosa, económica y profesional, entre otras. Por lo tanto, no deberíamos encasillar o etiquetar a una persona, por sus prácticas sexuales, pues estas constituyen decisiones temporales, tomadas en diferentes etapas de la vida.

• II. justificación

La incomunicación es propia de nuestra época. Los medios de comunicación masiva y el arte contemporáneo buscan la fragmentación de los mensajes debido a que vivimos un momento de interacción, eclecticismo y anarquía informativa.

Dentro de la compleja red de los mass-media, se han venido desarrollando tendencias estéticas y estrategias comerciales enfocadas hacia una nueva liberación de los géneros masculino y femenino, que lleva consigo el quebrantamiento de viejos esquemas de roles.

Aprovechando este momento histórico, y como parte de estos cambios (globalización, cuestionamiento del sistema patriarcal, redefinición de los roles sexuales, etc.), creemos que se debe reivindicar el derecho de vivir plenamente nuestra sexualidad como sea que queramos vivirla, siempre y cuando asumamos las responsabilidades que estas decisiones conllevan, sin que exista represión debido al género, raza, conductas sexuales, estilo de vida, creencias, etc., ya que todas las personas tienen el mismo derecho de vivir libremente y buscar su felicidad. Queremos que la gente deje de ignorar esta realidad y que, si la conocen, tomen consciencia de ella.

Como artistas, creemos que podemos hacer trascender el mensaje más allá de un contexto histórico. Creemos que este trabajo testificar‡ en un futuro sobre este tema.

• III. La propuesta en breve

El trabajo propone desarrollar una instalación con objetos de uso cotidiano dispuestos en un espacio diseñado a manera de laberinto. Para nosotras, la instalación es una manifestación ligada al arte conceptual, que incorpora otras disciplinas del saber cómo la semiótica, la sociología, la psicología, a más de cualquier otradisciplina que el artista desee utilizar. La instalación se preocupa por crear un ambiente recurriendo a medios como sonidos, olores, texturas y juegos, entre otros, para lograr una experiencia multi-sensorial. Además, añade conceptos como espacio y tiempo, en la medida que exige un recorrido. Consideramos a la instalación como una herramienta que permite un contacto más directo con el espectador, precisamente por exigir de éste una interacción.

La obra expone las diferentes conductas sexuales y los diferentes factores sociales, culturales y psicológicos que intervienen en el complicado proceso del desarrollo de la sexualidad. Se trata de fomentar la tolerancia y el respeto al estilo de vida de los demás; es una invitación a liberarnos de nuestros propios tabúes. La obra se realizó mediante la investigación de material bibliográfico, conferencias, videos y trabajo de campo.

• IV. Objetivos del trabajo

Acercar al público a su realidad, a las personas que han escogido relaciones amorosas y conductas sexuales no tradicionales, que son rechazadas y marginadas por la sociedad. Hacerlo reflexionar y fomentar en él la tolerancia y el respeto a la decisión de otras personas a escoger quién, quiénes y cómo mantienen sus relaciones, incluyendo a aquellas personas que escogen la soltería o el celibato entre otras.

Propiciar la toma de conciencia de que los estereotipos y los roles impuestos a hombres y mujeres impiden que éstos vivan plenamente su sexualidad, y que esta imposibilidad afecta la percepción del individuo de sí mismo, sus relaciones con otras personas y con la sociedad.

• Objetivos específicos.
• Organizar un recorrido por el espacio de la instalación.
• Construir una instalación que logre involucrar al espectador dentro de este espacio-ambiente.
• Ofrecer al espectador vivencias de las diferentes realidades de vida amorosa y sexual que existen mediante el uso de objetos cotidianos.
• Romper las barreras que existen en la Escuela de Artes Plásticas entre la pintura y otras especialidades artísticas.
• Reafirmar una nueva modalidad de trabajo en conjunto.

Adriana Castro y Lucía Madriz