En 1992, el Colegio de Arquitectos de Costa Rica (CACR) se encargó de gestionar y desarrollar la primera Bienal de Arquitectura del país. Desde entonces, el evento se ha desarrollado de manera ininterrumpida cada dos años, durante tres décadas; sumando, para el 2022, un total de dieciséis ediciones dirigidas al ámbito profesional de la disciplina y otras diez al estudiantil, exclusivamente.
En términos generales, este evento se ha encargado de exhibir y difundir parte de la producción arquitectónica nacional, y en menor medida la internacional, mientras que, de manera paralela, se ha consolidado como una plataforma de legitimación tanto de discursos como inquietudes, estéticas e, incluso, de tendencias arquitectónicas. Ello ha dado como resultado el fortalecimiento de una plataforma en donde no solo se expone un amplio espectro de arquitecturas, sino que también, de cierta manera, ha moldeado el desarrollo de la disciplina en Costa Rica.
Casi dos años después del surgimiento de este evento, se funda el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) y, algunos años después, se lleva a cabo en las instalaciones del Centro Nacional de Cultura (CENAC) una de sus ediciones (1996). En esta ocasión, treinta años después del surgimiento del modelo de Bienal de Arquitectura en Costa Rica, mediante Un proyecto de tendencias: 30 años de Bienales de Arquitectura en Costa Rica, el MADC propone la revisión de este conjunto de actividades, de sus cualidades y de algunos de los proyectos y trayectorias que han sido premiadas en el marco de las mismas –ya sea con el premio Gran Bienal, en algunas de las categorías que se definen para los eventos, en los reconocimientos comerciales y técnicos institucionales, o a través del premio nacional de arquitectura José María Barrantes, entregado desde el 2006 en el contexto de la Bienal–.
Mediante un conjunto de maquetas, bocetos, planos, diagramas, fotografías y demás insumos vinculados a una serie seleccionada de proyectos nacionales, se pretende exponer, y de cierta manera humanizar y socializar, parte de los procesos creativos detrás de algunos de los proyectos que han sido galardonados en las Bienales de Arquitectura en Costa Rica, así como mostrar quienes han sido los y las arquitectas que han influenciado el desarrollo de la disciplina en el país. Con la intención, además, de poner a disposición del público insumos que normalmente no circulan, elementos que remiten a determinadas etapas del desarrollo de una idea o planteamiento arquitectónico y que regularmente se mantienen resguardadas en las oficinas o estudios de arquitectura que los diseñan.
Un proyecto de tendencias: 30 años de Bienales de Arquitectura en Costa Rica, corresponde a la primera revisión de la producción arquitectónica mostrada en estos eventos y, sin duda, supone la posibilidad de reforzar el interés del MADC por los procesos de investigación sobre las diferentes áreas que forman parte de su campo de acción –en este caso, el diseño arquitectónico–. Efectivamente, este ejercicio curatorial propone una serie de preguntas que se plantean como un punto de partida, ante un tema poco explorado en el país: exhibir arquitecturas. Así, cabe cuestionar: ¿Por qué se exhiben las arquitecturas? ¿A quién le corresponde asumir la labor de mostrar lo referente al diseño arquitectónico? ¿Cómo se expone –o, debe exponerse– lo relacionado a esta disciplina? ¿Cuáles narrativas, discursos o tendencias arquitectónicas han sido legitimadas a través de las Bienales de Arquitectura en Costa Rica?